06.- EL SECRETO DEL SOLSTICIO DE VERANO, de Christine Kabus
Noruega, 1895. Cuando Clara, una joven alemana, sigue a su marido hasta
Roros, una pequeña ciudad minera, le aguarda una desagradable sorpresa.
La madre de Olaf no disimula que hubiera preferido otra nuera. Para
evitar la ruina económica de la acaudalada familia, Olaf debía casarse
con la hija del director de la mina. Cuando tras una pelea Olaf sufre
heridas mortales, Clara debe recorrer un arduo camino antes de sentirse
como en su casa en el extranjero. Entretanto, descubrirá un secreto que
ensombrece el destino de dos familias desde hace décadas y que imprime
un nuevo giro a su vida y a la de otros.
07.- SIEMPRE AMIGOS, de Danielle Steel
Desde que Gabby, Izzie, Billy, Andy y Sean se conocen el primer día
de colegio, sienten una conexión y una complicidad especiales. Ajenos a
los nubarrones de tormenta que se están formando a su alrededor,
compartirán horas de clases y juegos, y poco a poco serán inseparables.
La
adolescencia vendrá acompañada de conflictos familiares, separaciones,
nuevas relaciones y decisiones equivocadas, así como éxitos y fracasos
grandes y pequeños. Sin excepción, todos recurrirán a la solidez del
grupo para superar los obstáculos, ponerse de nuevo en pie y seguir
adelante.
Pero el momento de la verdad llegará cuando dejen el
instituto. Significará la entrada en un mundo donde los errores se
pagan más caros y las pérdidas son más dolorosas. Cada vez será más
difícil saber qué rumbo tomar al navegar por las agitadas aguas de la
vida.
08.- CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD, de Alberto Vazquez-Figueroa
¿Puede una novela salvar vidas?
Con su novela Coltan, Alberto Vázquez-Figueroa
fue el primero en denunciar que empresas multinacionales se estaban
enriqueciendo con el preciado mineral a base de financiar sangrientas
guerras en el Congo. La repercusión fue inmediata: el mundo supo
reaccionar, cesaron las guerras y se salvaron vidas.
El mismo
autor rompe ahora otro tabú informativo al acusar a aquellos que atentan
contra la salud de millones de hombres, mujeres y niños. Crimen contra
la humanidad no solo puede salvar vidas, sino que puede enviar a la
cárcel a quienes están cometiendo un lento y cruel genocidio. Cada
muerto les reporta ingentes beneficios, a los que no están dispuestos a
renunciar aunque a menudo vean morir a sus propios hijos.